El hombre del tapado
El tapado embarrado le rozaba los tobillos, moviéndose al compás del viento. Solía usar ese tipo de vestimenta para trabajar, tapados largos y oscuros, encima de la camisa y el pantalón de vestir, acompañado de un sombrero que le hacía juego, siempre combinando los colores. Miró el reloj en su muñeca izquierda, faltaban 5 minutos para las 11 de la noche. Se pasó la manga por la frente perlada de sudor, mientras lamentaba haber elegido un tapado tan largo para un día de lluvia, y más aún teniendo en cuenta que se encontraba en un barrio en el que las calles solían inundarse. Permaneció impávido, con la espalda reposada contra la pared de lo que antiguamente había sido un restaurante pero que ahora permanecía cerrado, al igual que la mayoría de los locales de la cuadra. Los grafitis en las paredes y persianas daban cuenta del abandono del lugar. Volvió a mirar el reloj, los segundos transcurrían demasiado lento. Siempre le pasaba, se volvía impaciente cuando tenía que esperar, aunq...